El 9 de julio de 2006 se jugaba la final del Mundial de Alemania en el Estadio Olímpico de Berlín. Italia tras ganar a la anfitriona y Francia al hacer lo mismo con Portugal en semifinales se volvían a ver las caras en competición oficial tras la final de la Eurocopa 2000 que ganó Francia. Zidane jugaba su último partido como profesional, ya se había despedido del Real Madrid y con el Mundial terminaba con una carrera plagada de grandes éxitos. Tenía todo a lo que un jugador puede aspirar: ligas, copas, una Champions, una Eurocopa y un Mundial. Y ese día a punto estuvo de ganar otro. En cinco minutos, Francia estaba un paso por encima de Italia. Materazzi cometía un claro penalti sobre Malouda, que Zidane se encargó de transformar a lo Panenka, esto es, cogiendo carrerilla y tirándolo al medio y ralentizado, tocando antes el larguero. El mismo Materazzi se encargaba de empatar de cabeza tras un córner botado por Pirlo en el minuto 20. El resto del partido se desarrolló con el mismo resultado. Se decretó prórroga y fue en la prórroga donde se dio uno de los momentos más lamentables de la historia de los mundiales. 5 minutos antes de que el partido se decidiese por penaltis, Materazzi le agarró a Zidane de la camiseta, este se dio la vuelta y le dijo que si quería se la cambiaba al final del partido. Tras esto Materazzi conocido en el mundo del fútbol por ser un jugador agresivo y poco limpio, le dijo textualmente “que prefería a la puta de su hermana” Esto hizo que Zidane, cabreado, le propinase un cabezazo en el pecho al italiano con su consiguiente expulsión, una retirada poco digna de un genio del balón. Finalmente, Italia consiguió su cuarta Copa del Mundo por penaltis.
Esto es lo que contaba el Mundo Deportivo acerca del incidente:
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