El 17 de julio de 1994, Brasil e Italia, dos de los países más veces galardonados con la Copa Mundial de Fútbol se enfrentaban cara a cara para disputarse el Mundial celebrado en Estados Unidos aquel año. Las dos llegaron a aquella final por méritos propios. Gente como Romario, Bebeto o Roberto Baggio auparon a sus selecciones a lo más alto tras sus grandes actuaciones en aquel campeonato. Ambos tenían las mismas posibilidades de ganar y tras 90 minutos sin perforar la meta del contrario se fueron a la prórroga en la que tampoco consiguieron meter gol ninguno de los dos equipos. El todo o nada se lo jugaban a la lotería de los penaltis. Tras una tanda con fallos de ambos equipos, toda la responsabilidad caía sobre un especialista en penaltis como Roberto Baggio, que tenía que marcar para seguir adelante. Baggio que en su carrera había fallado pocos penales tiró el balón por encima de la portería y por consiguiente hizo que Brasil se adjudicase su cuarto campeonato mundial.
“Nunca había cobrado un penalti por encima de la arquería. Creo que fue Senna quien tomó aquel balón por lo alto. Creo que fue él quien hizo que Brasil venciera" afirmó en unas declaraciones a Globo asegurando que Ayrton Senna, fallecido dos meses antes en el circuito de San Marino había tenido la culpa de su fallo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario