El botellazo a Hugo Sánchez

Hoy vamos a hablar un poco de Hugo Sánchez, mítico delantero mexicano del Atlético de Madrid y sobre todo del Real Madrid y único jugador capaz de igualar el récord de goles en una sola temporada que consiguió Telmo Zarra (38 en la 50-51, aunque Zarra jugó menos partidos al ser una liga de menos equipos y al existir de este modo un número menor de partidos) En 1987, el equipo madridista que ya contaba en sus filas con el ariete mexicano desde hacía un par de años, comenzaba su andadura en la Copa ante un equipo bizkaino que jugaba en la segunda división; el Sestao Sport. El partido de ida se jugaba en el campo de Las Llanas. Los Buyo, Camacho, Míchel y Chendo tenían enfrente a los humildes Primi, Mendilibar, Sabin Bilbao y Arrien entrenados por Jabo Irureta. El partido se desarrolló con auténtica normalidad seguido por los 11.000 espectadores que presenciaron el encuentro hasta que en el minuto 75 caía inesperadamente una botella de cristal sobre la cabeza de Hugo Sánchez desde la grada. Se dice que minutos antes el Sestao había echado fuera la pelota en una clara acción de fair-play. El Madrid por mediación de Hugo Sánchez, que mostró una actitud bastante chulesca durante el encuentro, no quiso devolver la pelota al equipo contrario, algo que provocó el enfado de la hinchada local y la posterior y desagradable acción violenta.
El resultado: 11 puntos de sutura que el doctor y ex jugador madridista Pirri aplicó al mexicano y siete partidos de cierre al campo sestaotarra.

Aquí podemos ver la crónica publicada por el Mundo Deportivo:

Las noches de Halloween con Benjamín

Pongámonos en situación. 1 de noviembre de 2001. La plantilla del Betis que llevaba 3 partidos de liga y uno de Copa del Rey sin conocer la victoria celebra la noche de Halloween en casa de Benjamín Zarandona (el señor que sale arriba), ex jugador del Valladolid, Xerez, Cadiz y el mismo Betis. Los jugadores y algunas personas más que se colaron en la juerga (más de 60) se divierten acompañados por mujeres y alcohol. 4 de la mañana. El presidente por aquel entonces, Manuel Ruiz de Lopera recibe un soplo y se persona en la casa junto con el entrenador Juande Ramos y el preparador físico Carmelo del Pozo. A partir de aquí no se sabe más pero cuenta la leyenda que la gente intentó escapar por el balcón con tal de no ser sorprendidos por el presidente. Pues bueno, la situación del Betis que venía de ascender a primera división dio un vuelco tremendo. A partir de esto consiguieron encadenar una racha muy positiva y estuvieron 14 partidos seguidos sin perder, record histórico de la entidad sevillana y llegando incluso a situarse terceros en la tabla. No se si se puede sacar algún tipo de conclusión positiva en este asunto pero los datos ahí están.

Esto es lo que el Mundo Deportivo publicaba sobre el incidente-anécdota.

Villar - Cruyff

Quien no conoce a Ángel María Villar no entiende de fútbol. Pero para aquellos que no le conocen, así a modo de resumen podemos contar que fue un ex jugador del Athletic entre 1971 y 1981 (campeón de Copa en el 1973) y que desde el año 88 preside la Federación Española de Fútbol (o furbol), órgano rector del fútbol español. Bajo su mandato, la Selección Española de Fútbol ha conseguido los títulos más importantes de toda su historia; la Eurocopa de Austria y Viena del 2008 y el Mundial de Sudáfrica de 2010, hechos que le han permitido conseguir varios galardones como el Marca Leyenda entre otros. Una joya. Pero existe una pequeña curiosidad acerca de este personaje que probablemente no sea muy recordada en la actualidad.

Corría el año 1974 y el Athletic se enfrentaba al líder de por aquel entonces, el Barcelona de Michels con futbolistas de la talla de Asensi, Rexach y Cruyff en sus filas. Se dice que el Barcelona fue superior en todo momento logrando desquiciar a la zaga rojiblanca y teniendo a Cruyff como máximo responsable de todo hasta que, inesperadamente, en el minuto 37 de la primera parte Cruyff cayó al suelo debido al puñetazo-codazo que el jugador bilbaíno le propinó. ¿Rabia? ¿Impotencia? Solo lo sabe él. Ni falta hizo que el árbitro le mostrase la roja. Resultado: 4 partidos de sanción.

Aquí podemos comprobar lo sucedido en la crónica redactada por La Vanguardia: